sábado, 25 de septiembre de 2010

EDAD MEDIA

                                                            Opinión Publica 

Tras la caída del Imperio Romano la influencia de los pueblos Germánicos, llegarían nuevas ideas sobre el derecho y el gobierno, arrinconando viejos conceptos relativos a las diferencias entre esferas privadas y esferas publicas.

Tomas de Aquino alaba  la monarquía, ataca la tiranía y reconoce ciertos poderes en el pueblo cuan el gobierno es algo democrático. En Juan Pablo de París , aflora la influencia de la época, defendiendo la separación entre la autoridad espiritual y secular y apoya el consenso popular como fundamento del poder político.
  • Predominan las concepciones jurídico-políticas de raíz germánica.
     •Contrario al planteamiento romano y griego, los germanos creen que el papel del pueblo y su opinión quedan realzados.
     •Se entiende al pueblo como un contraste necesario para dar validez a la ley.













En la Edad Media, según Habermas, desaparecerá totalmente la esfera pública y se asentará un régimen de publicidad representativa, en el cual la nobleza dominante se contentaba con ofrecer al pueblo el espectáculo del poder. Según Jürgen Habermas, el siglo XVIII es el siglo vital en la conquista o en el resurgimiento de lo que se denomina “espacio público”, sobretodo en Francia y en Inglaterra. La clase burguesa, en ascenso en la Europa Occidental y en lucha contra las prerrogativas del Estado Absolutista, logró crear un espacio de debate entre el Estado y la sociedad civil. Con las primeras revoluciones burguesas, se articula un espacio público que ofrece a los ciudadanos la posibilidad de debatir y discutir el ejercicio del poder estatal. Este debate estimuló el pensamiento crítico y racional gracias a instituciones como los periódicos, los círculos literarios y los cafés: “La publicidad políticamente activa no está ya subordinada a la idea de una disolución del poder: más bien ha de servir al reparto de éste; la opinión pública se convierte en una mera limitación del poder. A partir de entonces hay que procurar que ese poder más fuerte no aniquile a todos los demás *…+ La interpretación liberalista del Estado burgués de derecho es reaccionaria: reacciona frente a la fuerza adquirida en las instituciones de ese Estado por la idea de autodeterminación de un público raciocinante tan pronto como éste es transformado por la entrada de las masas, incultas y desposeídas”.




En este sentido, fue fundamental el papel de las casas de café en Gran Bretaña y de los salones en Francia para el afianzamiento de unos nuevos espacios públicos donde se discutía de diversos temas. El descubrimiento de América, las guerras, las novedades literarias o las noticias cortesanas eran los temas más comentados en estos lugares. Al principio, estos espacios eran bastante restrictivos para todos aquellos que no pertenecieran a la aristocracia. Sin embargo, con el paso del tiempo se fueron abriendo y pudo acceder la burguesía. Además, los asuntos políticos hicieron acto de presencia en estos salones y casas de café. Con las primeras revoluciones burguesas y el auge de la prensa, el espacio público fue extendiéndose a amplias capas de la población. Esto permitió que un cierto grupo de ciudadanos empezara a emitir sus propias valoraciones sobre los asuntos de interés general.
Así pues, la sustitución de la aristocracia por la burguesía posibilitó el surgimiento del fenómeno de la opinión pública, que se constituye en un auténtico núcleo de poder que empieza a cuestionar algunos asuntos espinosos para la autoridad política. En un principio, esta opinión pública comenzará componiéndose por un círculo bastante reducido de individuos para convertirse, con el paso del tiempo, en un elemento fundamental en la regulación de cualquier estado democrático. No obstante, el autor alemán también apunta los principales problemas que acuciarán a esta nueva sociedad burguesa y, a posteriori, nueva sociedad de masas. Con el Estado burgués, la prensa se liberó de su variante opinativa y, en cierto modo crítica, y se centró básicamente en la satisfacción de sus intereses y en la búsqueda de beneficios, como cualquier empresa capitalista: “La prensa de opinión, como institución de la discusión del público, se preocupa primariamente por afirmar su función crítica. Sólo con la consolidación del Estado burgués de derecho y con la legalización de una publicidad políticamente activa se desprende la prensa raciocinante de opinión; está ahora en condiciones de remover su posición polémica y atender a las expectativas de beneficio de una empresa comercial corriente”. Esta evolución hacia la prensa-negocio permite la entrada de intereses ajenos al seno del diario y coarta la libre redacción del periódico, lo que afecta, indudablemente, al libre ejercicio de la discusión pública, es decir, a la opinión pública. Éste y otros muchos problemas de la sociedad moderna son analizados por Habermas en Historia y crítica de la opinión pública. Mucho se ha discutido sobre la opinión pública. Pero, ¿qué es la opinión pública? Habermas responde la pregunta: “Por espacio público entendemos un ámbito de nuestra vida social, en el que se puede construir algo así como opinión pública. La entrada está fundamentalmente abierta a todos los ciudadanos. En cada conversación en la que los individuos privados se reúnen como público se constituye una porción de espacio público.





garantía de poder manifestar y publicar libremente su opinión, sobre las oportunidades de actuar según intereses generales. En los casos de un público amplio, esta comunicación requiere medios precisos de transferencia e influencia: periódicos y revistas, radio y televisión son hoy tales medios del espacio público”.

En este libro, el autor alemán acaba de pulir su definición sobre el concepto. Queda claro, pues, que Habermas considera a la discusión pública como la única posibilidad de superar los conflictos sociales, gracias a la búsqueda de consensos que permitan el acuerdo y la cooperación a pesar de los disensos. Este argumento es la clave de la Teoría Normativa de Jürgen Habermas. La opinión pública, por lo tanto, es la llave de su propuesta de política deliberativa, que es una alternativa para superar los déficits democráticos de las políticas contemporáneas.

La opinión pública remite a tareas de crítica y de control, que el público de los ciudadanos de un estado ejercen de manera informal (y también de manera formal en las elecciones periódicas) frente al dominio estatalmente organizado.






ESTRUCTURA SOCIAL

a) Los campesinos
La mayoría de la población correspondía a campesinos que habitaban en el dominio de un gran señor, noble o eclesiástico. Este actuaba como juez, les imponía multas y castigos, fijaba los pagos y las fechas de las tareas agrícolas, reglamentaba el uso del bosque, les cobraba por utilizar sus instalaciones e intervenía incluso en sus asuntos familiares
Gleba: nombre con que se designaba a la tierra arable.
Censo: impuesto que pagaba el campesino al señor por el uso de la tierra.
Corvea: nombre que recibían las prestaciones de trabajo.

b) Los nobles
Los nobles constituían un grupo privilegiado. Se distinguían por poseer extensas propiedades, muchas de las cuales correspondían a feudos, de donde deriva el nombre de nobleza feudal. Conformaban, además, una aristocracia de guerreros. La caballería se había constituido en la principal arma de combate de la época y era monopolizada por los nobles.

c) El clero

El orden eclesiástico, compuesto por el clero secular y regular, era un grupo privilegiado por su gran valoración social, así como por el hecho de estar exento de pagar impuestos y contar con tribunales especiales.
Además de su poder espiritual, la Iglesia Católica tenía influencia en la vida política y poder económico, pues recibía el diezmo y poseía numerosas tierras que se incrementaban con las donaciones.
 

LAS TRANSFORMACIONES POLÍTICAS EN LA EDAD MEDIA

En la práctica, lo que existía era una atomización del poder político, es decir, el poder estaba en manos de pequeñas unidades representadas, por una parte, por los señores feudales, y por otra parte, por las ciudades con sus gobiernos municipales. Ambos tipos de unidades representaban modelos en cierto modo antagónicos por su tipo de organización, sus intereses económicos, su estructura social y su mentalidad.

Entre el ideal de la autoridad universal y la fragmentación del poder político, existía un nivel intermedio que iría adquiriendo cada vez mayor fuerza:
Los reyes y sus reinos. En algunos territorios de Europa, especialmente en el sector occidental, comenzaría el paulatino fortalecimiento de las monarquías.
Los reyes fueron aumentado su poder efectivo a través de las relaciones que establecieron con los diferentes estamentos y aprovechando las circunstancias que les fueron favorables.









Fuentes:

  •        Lucien Musset, Las invasiones. Las oleadas germánicas, Barcelona, Labor, Colección Nueva Clío, nº 12, 1982.
  •        António Manuel Hespanha, História das Instituiçoes: Epocas medieval e moderna, Coimbra, Livraria Almedina, 1982.
  •        Roger Collins, España en la Alta Edad Media: 400-1000, Barcelona, Crítica, 1986.
  •          Historía y crítica de la opinión pública. Barcelona: Gustavo Gili. HABERMAS, Jürgen (1973)
  •           La opinión pública en Habermas. En Revista Analisi. Número 26, 2001. Pág. 51-70
  •      -    Monzón, Cándido (2003): Opinión pública, comunicación y política. La formación del  espacio público, España, Editorial Tecno
  •      - Price, Vincent(1994): La opinión pública. Esfera y comunicación, España, Editorial Paidós.




1 comentario:

  1. Buenas tardes, al leer su antología, me doy cuenta que si bien existe un siguimiento histórico de la Opinión Pública, hace falta resaltar el concepto de la misma en cada época, así como enunciar la fuentes bibliográficas de donde se obtuvo tal información. Es importante sintetizar el lado histórico para subrayar la construcción de la Opinión Pública.
    Atentamente Guadalupe López Pradp

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