lunes, 15 de noviembre de 2010

Mass- Media

La influencia de los mass-media en la opinión pública

Por: Patricio De La Fuente
 
“Los media, como comunicación pública, determinan las formas de orientación de la atención pública, la agenda de temas predominantes que reclaman dicha atención y su discusión pública posterior, la  jerarquización de la relevancia de dichos temas y la capacidad de discriminación temática que manifiestan los individuos”.
Enric Saperas

Para comprender este fenómeno, es necesario comenzar por explicar cómo los medios influyen en la opinión pública. En tal sentido, es menester puntualizar qué entendemos por dicho concepto. La expresión “opinión pública” fue acuñada tan sólo en las décadas anteriores a la Revolución Francesa y se puede decir que fue precedida por la vox populi romana, por la teoría medieval del consentimiento y por la voluntad general de Rousseau. Desde entonces, han surgido numerosas interpretaciones sobre su significado y resulta imposible encontrar alguna que englobe la totalidad de ellas.
A nuestro entender, la definición más pertinente para describir el fenómeno planteado es la que realizó Niklas Luhmann. La perspectiva luhmanniana permite cerrar un triángulo fundamental en las teorizaciones contemporáneas sobre la opinión pública puesto que utiliza rasgos señalados por otros dos importantes teóricos sobre el tema: Jürgen Habermas y Elizabeth Noelle–Neumann. Con el primero, Luhmann coincide en que los medios de comunicación son los principales directores de orquesta de la construcción del espacio público y analizan el fenómeno de la opinión pública de una sociedad moderna y su repercusión política. Y con Noelle– Neumann, concuerda en la detección de mecanismos psicosociales básicos en la generación de procesos de opinión pública.
Sin embargo, fue Luhmann quien ha logrado la paradoja de reducir a una cuestión bien simple un fenómeno tan complejo como el de opinión pública. Tal simplicidad va permitir disponer, en lo sucesivo, de una primera acepción universalmente irreprochable sobre opinión pública, a la que superponer, más adelante, otros rasgos más profundos y variados, en consonancia con otras interpretaciones.
En pocas palabras, la opinión pública es, para Luhmann, algo tan básico e inmenso como la “estructura temática de la comunicación pública”. En este sentido, es tan sólo la coincidencia social efímera que considera algún asunto más relevante que el resto. Lo importante de esta idea es que, tanto para Luhmann como para otros autores, los medios de comunicación social son los que normalmente crean y sostienen la atención y el diálogo de la gente en torno a unos temas. Enric Saperas, por ejemplo, dirá que “es posible comprender la relación existente entre las agendas de los media y del público a partir del modelo de prioridades. Éste parte de la hipótesis de que el orden de prioridades establecidos por los medios de comunicación determinan la capacidad de discriminación temática en el público por cuanto éste responde a los mismos criterios de prioridades presentes en los medios de comunicación de masas”.
Incluso –y a título ilustrativo– vale decir que los distintos autores también consideran a los mass–media como los responsables de la finalización de un estado determinado de opinión pública: “Cuando todo se ha dicho en torno a un tema, tal cuestión se convierte en obsoleta, es sólo un sombrero viejo”.
En este sentido, los medios, en general, y la televisión, en particular, –debido a su condición de medio de comunicación de masas hegemónico–, serían causantes, en gran medida, de la fijación de esos lugares comunes de concentración de la atención, mediante el proceso de selección de temas o “tematización”. Este proceso de tematización remite al efecto de “Agenda–Setting” que constituye, actualmente, uno de los sectores de investigación con una mayor capacidad de renovación de los estudios sobre los efectos de comunicación de masas. Esta modalidad parte de la constatación del poder (mediante su capacidad simbólica) que ejercen los medios de comunicación de masas para influir y determinar el grado de atención que el público otorga a ciertos temas, los cuales quedan sometidos a la atención y el interés colectivo. Como sostienen Maxwell McCombs y D. Shaw, cuanto mayor es el énfasis de los media sobre un tema, mayor es el incremento de la importancia que los miembros de una audiencia ofrecen a estos temas como orientadores de la atención pública. Es decir, la “Agenda–Setting”, afirma la existencia de una relación directa y causal entre el contenido de la agenda de los mass–media y la subsiguiente percepción pública de cuáles son los ítems importantes del día. “Existe, pues, una relación entre la agenda de los media y la agenda pública, siendo la primera la que inicia el proceso”. En la actualidad, la creciente autonomía política de los medios locales y regionales, que utilizan las nuevas tecnologías flexibles de la comunicación, como también el proceso de globalización de los medios, dan lugar a una tendencia de los mass-media que tiene relación directa con la conformación de las opiniones y actitudes públicas.
Para poder entender más gráficamente esta idea de la opinión pública creemos que la metáfora empleada por José Luis Dader, en Opinión pública y comunicación política: las teorías contemporáneas, nos permite comprender más fácilmente el fenómeno. El autor hace referencia a la comparación de la opinión pública con un haz luminoso del cañón de luz de una sala de espectáculos. La opinión pública sería, en ese caso, el haz de luz que, caprichosa se desplaza por diferentes lugares de la sala. Durante un tiempo breve, el cañón de luz ilumina –sacando del anonimato– unos aspectos de la sala o de las personas. Así, pues, la opinión pública sería, en cada momento, esa imagen recortada sobre la que eventualmente converge toda la atención lumínica. Y cada momento representaría sólo un insignificante capítulo de todo lo que en el conjunto del sistema social viene sucediendo. Manuel Castells incorpora esta idea en su estudio de los medios de comunicación en los Estados Unidos al indicar que, ya a comienzos de los ochenta, las principales cadenas de televisión encuadraban, sino moldeaban la opinión pública.
En Teoría de la democracia, Giovanni Sartori afirma que, en las democracias actuales, el papel principal en la formación de la opinión pública lo desempeñan los medios de comunicación. Ciertas nociones, como las de selección de noticias, establecimiento del orden de prioridades y términos de referencia en la transmisión de noticias (“Agenda–Setting”), de la función de custodia para evitar la corrupción y el abuso y otras similares, se aplican fundamentalmente a la actuación de los medios de comunicación y su impacto. “El mundo es –para el público en general– el mensaje de los medios de comunicación”.
Por otra parte, tanto Luhmann como McCombs, consideran que la atención del público es limitada y que, por lo tanto, los medios de comunicación implican los grados de discriminación temática y el índice temático actual que forma parte de la opinión pública. Herbert Blumler, por su parte, advierte que la televisión actúa como el media más eficaz para el desarrollo de la influencia sobre la construcción del ambiente; por cuanto no dispone de excesivo espacio para las informaciones, con lo que determina una mayor concentración de algunas noticias y acompaña la información con imágenes que suscitan la emoción y dramatizan los conflictos. Se produce una influencia indirecta –pero eficaz– sobre la audiencia, al formar la percepción del ambiente en mayor medida que las otras instituciones del sistema social.
Queda claro, entonces, que hay un consenso bastante amplio entre los teóricos que tratan el tema, en que los mass–media condicionan la orientación de la atención pública mediante su influencia directa en la construcción del ambiente. Podríamos concluir esta idea, citando a Eliseo Verón, quien deposita en los medios de comunicación un poder, casi total, en la construcción del acontecimiento social:
“La actualidad como realidad social en devenir existe en y por los medios informativos. Esto quiere decir que los hechos que componen esta realidad social no existen en tanto tales (en tanto hechos sociales) antes de que los medios los construyan. Después que los medios los han producido, en cambio, estos hechos tienen todo tipo de efectos”.

FUENTE: http://www.elsiglodetorreon.com.mx, EDITORIAL 20 nov 2004

martes, 9 de noviembre de 2010

Lideres de Opinion

LÍDERES DE OPINIÓN
El líder de opinión se define como aquellas personas que convencen y ejercen influencia limitada a nivel interpersonal, cara a cara, que es altamente interesado en la política y maneja información, que transforma en mensajes.
Actúa en sus grupos de pertenencia, donde ejerce su influencia sobre el llamado, seguidor de opinión.
Existen diversos tipos de líderes de opinión, no sólo políticos sino que de otro tipo, en áreas especializadas. La clave es que saben de qué hablan.
En el mundo se pueden citar algunos líderes politicos, religiosos que han dejado su nombre escrito, por sus grandes aportes que han dejado a la humanidad.
Hay líderes naturales por sus atributos físicos, intelectuales, artísticos, su conducta (tomada como ejemplar).
Líderes visibles y líderes invisibles, los que ejercen influencia de una manera directa y aquellos cuyos actos producen efectos, sin que podamos percatarnos de su existencia. De este último, tenemos como ejemplo, el secretario o consejero privado de un dirigente político.
El verdadero líder será aquel cuya aceptación se produzca espontánea y libremente por parte de los demás.
Un líder crece y hace crecer a su gente. Para crecer, no se aferra a su puesto y actividades actuales. Siempre ve hacia arriba. Para crecer, enseña a su gente, delega funciones y crea oportunidades para todos.
Tiene carisma. Carisma es el don de atraer y caer bien, llamar la atención y ser agradable a los ojos de las personas. Para adquirir carisma, basta con interesarse por la gente y demostrar verdadero interés en ella; en realidad, en el carisma está la excelencia. Se alimenta con excelencia, porque es lo más alejado que hay del egoísmo. Cuando un líder pone toda su atención en practicar los hábitos de la excelencia, el carisma llega y como una avalancha cae un torrente sobre el líder.
Es Innovador. Siempre buscará nuevas y mejores maneras de hacer las cosas. Esta característica es importante ante un mundo que avanza rápidamente, con tecnología cambiante, y ampliamente competido.
Un líder es responsable. Sabe que su liderazgo le da poder, y utiliza ese poder en beneficio de todos.
Un líder esta informado. Se ha hecho evidente que en ninguna compañía puede sobrevivir sin líderes que entiendan o sepan como se maneja la información. Un líder debe saber como se procesa la información, interpretarla inteligentemente y utilizarla en la forma más moderna y creativa.
 Fuente:
<http://www.trabajo.com.mx/caracteristicas_de_un_lider.htm>. Citado 10/10/2008.
http://www.rrppnet.com.ar/opublica.htm 
http://www.emagister.com/definicion-lideres-de-opinion-tps-32394.htm

El Rumor en la Opinion Pública

Opinión Pública


El
concepto de "rumor", se entiende como un fenómeno social porque se precisan al menos dos personas para crearlo y una sola para poder difundirlo. Por otro lado, la palabra rumor es un término que sirve para cuestionar la veracidad de relatos que circulan dentro de una sociedad. Muchas veces, estos relatos sirven para desviar la atención del público de los centros de verdadero interés social.


El rumor

El rumor es el
producto no sólo de una mentira, de una memoria limitada o de una fantasía; sino también el resultado de un cuestionamiento de la verdad y de la objetividad de los medios de comunicación, del ejercicio democrático de sus dirigentes y de la censura. Es una "noticia improvisada", cuya función es restablecer el consenso colectivo.


Un rumor es una proposición que se pasa de persona a persona, por lo general oralmente, sin medios probatorios seguros para demostrarla. Al pasar un rumor, siempre se supone que se está transmitiendo un hecho cierto.


En definitiva, de ahora en más, para el transcurso de
la investigación, definiremos formalmente al rumor como aquella información que proviene de "fuentes no oficiales". (Entendemos por "fuentes no oficiales" a las fuentes de origen indefinido, es decir, que no conocemos su naturaleza, ni mucho menos su procedencia.)


Gran parte de la conversación dentro de la sociedad es intercambio de rumores. También podemos decir que el rumor llena el
diálogo para pasar un rato amable con nuestros amigos. La conversación social que nada expresa en particular es tan sólo una de las formas en que suele realizarse el intercambio de rumores.


En general, los rumores son ociosos, pero existen también los que no lo son. Estos últimos son intencionales, apuntan a un fin determinado y sirven a importancia
objetivos emocionales. La exacta naturaleza de estos fines no sabrían explicarla ni el emisor ni el receptor. Ellos sólo saben que el rumor les resulta interesante. Les produce una incertidumbre intelectual y una ansiedad personal.


Se sabe que la circulación de rumores es siempre un problema social y psicológico de gran magnitud, lo es en especial en momentos críticos. Cuando se quiera lograr tensión en el ambiente social, se deberá utilizar la difusión de
noticias falsas.


El término rumor evoca en el público un fenómeno misterioso. Un análisis profundo dentro de la sociedad nos dice que el rumor vuela, corre y se difunde hasta esparcirse en todos los ámbitos. El efecto que tiene sobre los hombres se parece al de la hipnosis: seduce y altera a la vez.


Hoy en día nos damos
cuenta, con una simple observación, que la gente cree cada vez menos lo que se le dice. No confía definitivamente en la información que recibe por parte de los medios de comunicación, y mucho menos la que le es proporcionan por el resto de las instituciones.


En nuestro país, la
prensa (medios gráficos) todavía son creíbles en el seno de la sociedad, pero a pesar de esto, no siempre logran convencer al receptor; y si lo hacen, muchas veces utilizan información no verídica, o considerada "falsa".


Esto lo podemos constatar con cada uno de los casos de
informes periodísticos que luego deben ser desmentidos a causa de falsos datos o información errónea.


La falta de
ética periodística, el mal definido rol que deben cumplir las fuentes de información y la importancia de su fidelidad, la postura de las empresas periodísticas ante la opción que deben tomar frente a temas claves relacionados con el poder, la avidez por llegar "siempre" antes que la competencia y la necesidad del Estado proceso informativo de los medios de comunicación, y de la prensa en particular. de querer disimular hechos de gran envergadura hacen que este fenómeno interfiera en


Fuentes:
http://www.monografias.com/trabajos11/rumonot/rumonot.shtml
http://www.emagister.com/definicion-opinion-publica-tps-32394.htm
Apuntes

domingo, 7 de noviembre de 2010

METODOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA

METODOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DE LA  OPINIÓN PÚBLICA

Siempre ha habido ansia por conocer la opinión del pueblo por parte del poder. El punto de partida de las encuestas es 1824 en EEUU. Algunas revistas insertan en sus páginas unos cupones que debían ser rellenados y enviados a las revistas. Con esto se intentaba saber la intención de voto. Esto se conoce con el nombre de votaciones particulares o votos de paja.

En el siglo XX, hacia 1916 se ponen de moda estas votaciones, la reviste Literary Digest comienza a usarlas. En 1936 las predicciones hechas por esta revista sufren un estrepitoso fracaso (reelección de Roosevelt).

En 1935 hubo una técnica que utilizaron ROPER u GALLUP, que acertaron en sus predicciones.

1936 va a ser considerado como el año de nacimiento de las modernas encuestas de opinión. Roper y Gallup se dedican a la investigación de mercado; lo que hacen es poner en práctica sus conocimientos del mercado para usarlo en la investigación política: predicciones electorales. Con 4000 /5000 personas entrevistadas acertaron, mientras que Literary Digest fracasó con 2.000.000 de entrevistas.

Al principio, los m.c.m. son reticentes a publicar los resultados de estas investigaciones. El mundo de la política tampoco recibió muy bien estas investigaciones porque pensaban que podían influir en la intención de voto. Se intentó prohibir la difusión de estas investigaciones, esta relación amor/odio sigue hasta ahora, porque todos los políticos quieren saber su situación y evaluación en estas encuestas. Los discípulos de Gallup se trasladan a Inglaterra, las encuestas de opinión llegan a Europa.



ASPECTOS METODOLÓGICOS:

Se sabe si la investigación es válida y representativa respondiendo a tres interrogantes:
· A cuantas personas debemos entrevistar
· Como elegir a estas personas para representar a la población
· Qué y cómo preguntar.

LEY DE LOS GRANDES NÚMEROS:

Soporte para saber cuántas personas entrevistadas para que los resultados sean extrapolados a toda la población. Se tienen que cumplir:

· FENÓMENO DE MASAS: gran número de componentes:
· Fenómeno de masas perfecto: más de 100.000 unidades: universo infinito
· Fenómeno de masas imperfecto: 100.000 o menos unidades: universo finito.
· N infinito: para el cálculo de la muestra no necesito saber el volumen de el universo
· N finito: necesito conocer el volumen exacto de universo para el cálculo de la muestra.
  
· FENÓMENO NORMAL: cuando los componentes de un colectivo tienen las mismas posibilidades de encontrarse clasificados en la gama de valores o categorías en las que el fenómeno es distribuible.

· SELECCIÓN ALEATORIA: todos los miembros de N tienen las mismas posibilidades de formar parte de la muestra.

· Acotar el N: dejar claro el tipo de personas a las que quiero investigar para evitar problemas en los resultados.
· Base de la muestra: soporte al cual puedo acudir y donde están recogidos los miembros del N. Es importante las relaciones que deben darse entre n (muestra) y N (universo). Son de dos tipos:

· CUANTITATIVA: Es matemática. Nos remite a dos conceptos:

· Fracción de muestreo: % de respuesta que representa n respecto a N
· Coeficiente de elevación N/n: se refiere a las veces que n está contenida en N. es interesante para seleccionar componentes de n : sorteo aleatorio de n.

· CUALITATIVA: Exige que n y N reúnan las mismas características básicas y en la misma proporción. Si en N hay gente rubio debe estar en n. Si esto falla, según SERRA BRAVO: Afijación de la muestra: si hay una no representativa clara de toda n se realizan unas encuestas a ese sector de la población.

SONDEO CON RUTAS ALEATORIAS: (RANDOM ROUTES)

Consiste en diseñar una ruta o un itinerario de tal manera que a los entrevistadores se les proporciona unas instrucciones con una ruta: donde empiezan, el portal, el piso, el entrevistado, etc.

EL CUESTIONARIO

Es uno de los elementos más importantes de una investigación de estas características. A través de él se pueden introducir muchos sesgos en la investigación. El cuestionario no es simplemente el conjunto de preguntas, sino que deben ser formuladas de idéntica manera a todos los entrevistados. Hay que colocarlos en la misma situación psicológica.

TIPO DE PREGUNTAS:

Abiertas: dan al entrevistado la posibilidad de responder con sus propias palabras, aportan mayor
información, son encuestas más profundas, propician una evaluación más lenta de los datos porque no están codificadas a priori.

Cerradas: el entrevistado debe optar por una de las opciones que se le presentan, ofrecen una información más limitada e incluso pueden hacer que personas que no tienen opinión se decanten por alguna opción porque han sido presentadas. Tienen una codificación automática, mayor rapidez en la evaluación.

 PRESENTACIÓN DEL CUESTIONARIO

Es importante garantizar el anonimato. Decir que se trata de un estudio muy importante de cuyos resultados se pueden conseguir mejoras para la comunidad. No vincularlo a organismos que susciten recelo. La investigación tiene que ser seria para que sean serios y sinceros en sus respuestas.



FORMAS DE CONTACTO:

·  Entrevista personal: es más cara, su horario de realización suele ser por las tardes o en las horas de la comida. Garantiza la sinceridad pero ralentiza la recogida de información.

· Entrevista telefónica: garantiza la sinceridad, no permite hacer preguntas complejas o extensas, si se puede hacer, sin embargo, en la personal, no se tienen problemas porque la muestra sea dispersa. Es rápida.

·Entrevista por correo: es la más barata. Es rápida o lenta. Hay una alta tasa de no devolución, en torno al 40 ó 60%. Se incrementa la muestra desde el principio. Se puede producir el contagio por preguntas.

LOS RESULTADOS Y SU PUBLICACIÓN

Lo más frecuente que se suele hacer con los resultados es difundirlos en los m.c.m. Hay algunas cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de publicar estos resultados:

· Según el Artículo 69, sección 8: se ocupan de estas cuestiones (sobre todo electorales) 1985: es necesario tener en cuenta algunos elementos. Hay que incluir elementos técnicos: universo, objeto de investigación (muestra), el valor de error, el nivel de confianza, tipo de muestreo, tipo de entrevista, fecha, instituto autor de la investigación...

·  La fecha es importante, no es lo mismo hacer una entrevista en un momento tranquilo que en uno de tensión. Es frecuente que aparezca la persona que dirige la investigación.

· Aparecen tres cuestiones que deben publicarse y no suelen aparecer:

·  Necesidad de incluir el domicilio social de la empresa que ha realizado la investigación (para evitar fantasmas).
· Texto de las preguntas de la investigación.
· Especificar el número de personas que no han respondido.

·  Es importante saber quien financia la investigación (si es un organismo público o privado) también hay que saber quién hace los comentarios (los investigadores o los m.c.m.)
·  En las encuestas electorales no se puede comparar una encuesta sobre intención de voto con el resultado de los comicios anteriores: no tienen el mismo universo. Con los indecisos suele recurrirse al recuerdo de voto.
·El método más científico es un análisis discriminante procedente de la correlación estadística de una serie de variables: Modelo de Construcción del Votante Decidido.


Las encuestas presentan el mapa aptitudinal. Son pronósticos, no tienen porque cumplirse sus resultados finalmente. Posibles consecuencias que se le adjudican:

·  Es bastante usual que la encuesta pueda llegar a minimizar el papel del parlamento. En muchas ocasiones el parlamentario utiliza los resultados de las encuestas de opinión para apoyar su oposición. El debate parlamentario debería apoyarse en recursos más sólidos.
·  Algún gobierno puede utilizar el resultado de una encuesta para anular una decisión política, la implantación de una nueva norma
·  Como consecuencia de unos resultados hay muchas personas que creen que son inamovibles.
Aptitudes no demócratas en periódicos, políticos o en el pueblo.
·  Fomento del populismo. Consiste en el hecho de que en muchas ocasiones lo que importa a los líderes políticos es no perder popularidad. Dar buena imagen. Si para conseguir esto se han de poner medidas más populistas se hacen.

Dos efectos ligados a dos teorías:

·Canalización de la atención popular mediante selección de temas. Teoría de la Agenda Setting. Las encuestas nos indican cuales son los temas de que tenemos que opinar. Pensamos sobre aquellos temas de los que oímos hablar continuamente. Política: no hay un líder que no tenga en cuenta las encuestas de opinión. Se da una fuerte supeditación temática a los temas que hayan sido seleccionados como más importantes por parte de las encuestas de OP.

·  Espiral del silencio. Efecto que dice que en muchas ocasiones las respuestas que uno da en una encuesta no son las respuestas fruto de la opinión que se tiene al respecto, sino fruto de esas opiniones que son las que más se han escuchado, que parecen las mejor vistas...

Dos efectos que se aplican sobre todo a los sondeos preelectorales. Muchos políticos sienten recelo en cuanto a la publicación de estas encuestas. El gran temor es que la publicación puede predisponer a una persona para votar en un sentido u otro:

·  Efecto adhesión o subida al carro del vencedor. Se produce cuando la información ofrecida por los sondeos predice la victoria de un determinado partido y muchos indecisos o simpatizantes de otros partidos votarán por el que las encuestas pronostican como ganador. Son más dados los trabajadores de cuello blanco. Por eso muchos partidos quieren aparecer al principio de la campaña como vencedores.
· Efecto rechazo. Vuelco de los pronósticos con victoria final de un partido catalogado como perdedor:


·  Acusar a los votantes de un partido de no ir a las urnas porque pensaron que iban a ganar. Viene fomentado por el buen tiempo.
.
·  El catalogado como perdedor puede esforzarse en su campaña y conseguir dar el vuelco. Trabajadores de cuello azul, manuales.

Las encuestas están prohibidas publicarlas 5 días antes de los comicios electorales.



ESTUDIOS CUALITATIVOS
La reunión de grupo: con un moderador. Se suele obsequiar de antemano a las personas que asisten a la reunión.

·  Entrevista en profundidad: entrevistar a una persona reuniéndola de manera individual, a diversas personas, no se suele grabar.

NI CUANTITATIVAS NI CUALITATIVAS:

·Análisis de contenido: debe ser exhaustiva y rigurosa. Análisis de contenido de P. Bardin, que tiene una amplia variedad de tipologías de análisis de contenido.

· Escalas de actitud: son fruto de una investigación importante. Se presentan unas afirmaciones y hay que elegir. Esta elección tiene después una interpretación.

FUENTES:

Monzón, Cándido (2003): Opinión pública, comunicación y política. La formación del espacio público, España, Editorial Tecnos
Price, Vincent(1994): La opinión pública. Esfera y comunicación, España, Editorial Paidós.
RIVADENEIRA PRADA, Raúl. La Opinión Pública: Análisis, estructura y métodos para el estudio. Editorial Trillas. México. 1984.



Formación de la O.P.



El proceso de formación de la opinión pública es un tema muy complejo que implica la presencia de por lo menos tres actores: los políticos, los medios de comunicación y los líderes de opinión que emiten, omiten o distorsionan los mensajes que procesan. Pero en términos simples, la opinión hecha por el público para si mismo implica existencia de las libertades fundamentales: de pensamiento, de expresión y de organización.


En la formación de la opinión pública influye mucho la cultura de la sociedad y sus diversas subculturas, que proveen los valores que sustentan las reacciones ante los hechos. También tiene mucho que ver cómo es informada la opinión pública desde los medios de comunicación social: qué lectura se hace en los medios sobre lo que ocurre. Sin embargo, no se debe exagerar el poder formador de opinión de estos medios, ya que todo indica que contribuyen más a reforzar opiniones y actitudes preexistentes que a crear nuevas.
Existen tres grupos fundamentales que hacen posible la creación de la O.P.

La familia que da las bases de la formación de la opinión pública, ya que es una influencia directa en las opiniones que desarrolle el individuo.



La iglesia, se encarga de dar las bases de lo bueno y lo malo e influye en las creencias y opiniones referentes a lo divino y a lo moral.



La escuela, es la base del proceso de socialización y actúa como un mecanismo de regulación para conservar las normas del sistema.


ETAPAS BÁSICAS DE LA FORMACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA

En primer lugar, algún tema o problema comienza por ser definido por ciertos individuos o grupos interesados, como un problema que exige solución. (...) la esencia de esta primera etapa es un intento de definir la cuestión en términos tales que permitan la discusión por parte de individuos y grupos.
En segundo lugar, vienen entonces las consideraciones preliminares y exploratorias. ¿Cuál es la importancia del problema? ¿En éste el momento de encararlo? ¿Es posible darle solución? Estos aspectos pueden ser explorados en charlas, debates abiertos, crónicas y editoriales en la prensa, debates o comentarios radiales, y por otros medios de comunicación.
En tercer lugar, de esta etapa preliminar pasamos a otra en la cual se adelantan soluciones o planes posibles. Apoyos y protestas están a la orden del día, y se produce a menudo una acentuación de las emociones. Puede aparecer, en considerables proporciones, la conducta de masas, y frecuentemente los aspectos racionales se pierden en un diluvio de estereotipos, slogans e incitaciones emocionales. Esta etapa es importante porque en ella la cuestión se bosqueja con caracteres bien marcados y al tomar decisiones los hombres están controlados no sólo por valores racionales, sino también por valores emocionales. En otras palabras, en la formación de opinión, en las sociedades democráticas, intervienen a la vez consideraciones racionales e irracionales.
En cuarto lugar, de las conversaciones, discursos, debates y escritos, los individuos alcanzan cierto grado de consenso. (...) El consenso no significa un completo acuerdo entre todos.
En quinto lugar, la puesta en práctica de la ley aprobada, o el empleo del poder por parte de funcionarios elegidos, cae, estrictamente hablando, fuera del proceso de formación de opinión. En la realidad, en un sistema representativo, la minoría puede naturalmente seguir presionando para obtener una modificación. A través de la radio, la prensa, las asambleas y otros instrumentos de discusión pública, individuos o grupos con intereses especiales pueden hacer llegar nuevas sugerencias. (Young; 2001: 15-17)

viernes, 5 de noviembre de 2010

Instituciones Religiosas


Las relaciones Iglesia-Estado en México, una historia de encuentros y desencuentros 
Profesemos o no la religión católica, es innegable la presencia que la institución ha tenido en nuestra cultura. Ciertos espacios de socialización, de formas de asumir la vida, hasta la misma disposición espacial de las ciudades y pueblos, tienen que ver con la influencia de la Iglesia que se ha mantenido prácticamente incólume desde los tiempos de la Nueva España, a pesar de los embates de la secularización de los siglos XVIII y XIX, y de la radicalización de los gobiernos revolucionarios de los generales Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Las relaciones entre el Estado y la Iglesia han sido francamente complicadas y tormentosas, pero al mismo tiempo ambas instancias han aprendido a negociar y buscar espacios para la conciliación. 


Para 1859 se declaró la nacionalización de todos los bienes eclesiásticos y con la reducción de los fueros o privilegios a clérigos y la imposibilidad de que los asuntos civiles fueran ajusticiados por tribunales eclesiásticos-- disposiciones de la Ley Juárez del 23 de noviembre de 1855-- la Iglesia quedó desplazada como poder y se estableció una clara separación con respecto del Estado una vez que las Leyes prerreformistas y las de Reforma fueron incorporadas a la Constitución de 1857, el 25 de septiembre de 1873. En síntesis, el objetivo principal del Estado era secularizar no solo la política sino la vida cultural y separar claramente los ámbitos de lo temporal y espiritual.2 El culto fue constreñido a las paredes de las iglesias: procesiones y festividades religiosas, los crudos atavíos de monjas y sacerdotes fueron consignados a espacios ex profeso y los representantes del gobierno fueron prevenidos para no participar en actos religiosos. En 1875 una rebelión de “religioneros” enarboló demandas al grito de religión y fueros como respuesta a la radicalización del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada.


No obstante el “extremismo” de los liberales lo cierto es que la Iglesia --hábil para manejar las coyunturas y buscar mecanismos de conciliación-- corrió con la suerte de que el régimen encabezado por el general Porfirio Díaz, optó por el respeto de las formalidades constitucionales y una práctica condescendiente. En efecto, las leyes se respetaron en la forma y la Iglesia mantuvo amplias libertades para reorganizarse y fortalecerse. El porfiriato permitió que las bases sociales acudieran al llamado del papa León XIII quien, en la encíclica Rerum Novarum sobre la cuestión social y la situación de los obreros, exhortaba la necesidad de una tercera vía alternativa al liberalismo y el socialismo. El proyecto consistía en recatolizar a la gente y establecer la constitución cristiana del Estado. Ésta partía de la noción fundamental de independencia y no separación con respecto de este último, es decir, reconocimiento de la Iglesia como sociedad perfecta con plenos derechos y garantía constitucional para desempeñar sus actividades. 
No es sorprendente entonces que los gobiernos revolucionarios, herederos de la tradición liberal reformista, pretendieran colocar al Estado por encima de cualquier poder frente a las diligencias que la Iglesia se tomaba. Y en este sentido es que el general Plutarco Elías Calles, el más radical en materia religiosa, obtuvo del Congreso en enero de 1926 la aprobación de la Ley Reglamentaria del artículo 130, la cual facultaba al poder federal la regulación de la “disciplina” de la Iglesia y confirmaba el desconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia, de tal suerte que los sacerdotes serían considerados como simples profesionistas y las legislaturas estatales tendrían facultad para determinar el número máximo de sacerdotes dentro de su jurisdicción. Se requería, además, un permiso de la secretaría de Gobernación para la apertura de nuevos lugares de culto.
Cinco meses después, el presidente expidió la “Ley Calles” que reunió todos los decretos y reglamentaciones de los artículos relacionados con la Iglesia, además de que se establecían sanciones a los infractores de los artículos 3°, 5°, 24 , 27 y 130 constitucionales. El resultado fue la suspensión del culto que los jerarcas de la Iglesia determinaron para el 31 de julio del mismo año. Los seglares, organizados en la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa --organización que aglutinaba otras más como los Caballeros de Colón, la Unión de Damas Católicas y la Asociación Católica de la Juventud Mexicana determinó encabezar un boicot económico para presionar la derogación de dicha ley. Ante la negativa del gobierno, la Liga determinó que la acción cívica se había agotado y que el levantamiento armado sería el 1° de enero de 1927, pero levantamientos espontáneos en Zacatecas habían dado inicio a la cristiada. La rebelión de los cristeros fue un mosaico de expresiones y motivaciones, significó un recrudecimiento de las contradicciones ya existentes en comunidades campesinas donde se evidenciaba, por una parte, el impacto de la secularización decimonónica en algunos pueblos que optaron por ser agraristas y, por otro, la presencia clerical con toda la infraestructura que la “tercera vía” instrumentó para restaurar el orden en Cristo mediante las fuerzas cristeras. En 1929 la alta jerarquía eclesiástica pactó unos arreglos con el nuevo presidente Emilio Portes Gil sin considerar, claro está, a los militantes seglares y cristeros. El gobierno se comprometía a la no aplicación de los artículos constitucionales “molestos” para la Iglesia, pero sin reformarlos, y el culto público fue reanudado. Los ánimos se aplacaron por unos breves años hasta que en 1934, se reformó el artículo 3° para introducir la educación socialista. Una nueva oleada de cristeros surgió pero sucumbió ante la actitud conciliadora de Lázaro Cárdenas y la disposición de la jerarquía eclesiástica a continuar negociando. Por otro lado, el modus operandi que desde 1929 se estableció, en el que el gobierno no aplicaba con rigor los artículos relacionados con la Iglesia, y ésta no se inmiscuía abiertamente en los asuntos políticos, permitió que los conflictos no se desbordaran.

FUENTES
  • Los cristeros: antecedentes, guerras y actualidad
  • Andrés Azkue, "La Cristiada. Los cristeros mexicanos (1926-1924)". Barcelona, 1999, Historia viva. ISBN 84-931097-2-X.
  • Ceballos R., Manuel. Política, trabajo y religión. México, Imdosoc, 1991. (1991.a)
  • Meyer, Jean. La cuestión religiosa en México. México, Imdosoc, 1989. (1989:b).